La mayor tragedia acontecida en un campo de fútbol en lo que va de siglo comienza a cobrarse los primeros culpables en el punto de mira de la investigación. La Policía indonesia está siendo investigada por su actuación, pues la estampida acontecida en el campo se cobró la vida de 125 personas y dejó heridas a otras 320, en una actuación policial que muchos apuntan como desencadenante de la trágica situación.
Por el momento, el jefe de la Policía de Malang, Ferli Hidayat, y otros nueve agentes de la Policía, han sido apartados de sus cargos y suspendidos, mientras la investigación sigue su curso. Un total de 28 agentes están siendo sometidos a interrogatorios debido a todo lo acontecido en los incidentes del pasado sábado.
La principal crítica a la actuación policial del recinto fue el uso de los gases lacrimógenos contra la grada, lo que desató el pánico entre el público asistente, y pudo agravar la estampida que provocó la tragedia y el alto número de fallecidos. "Nos aseguraremos de que se cumplan las leyes contra cualquiera que sea encontrado culpable", explicó en rueda de prensa el jefe de la Policía de la provincia de Java Oriental, Nico Afinta.
La tragedia se sobrevino después de que miles de aficionados del club Arema, equipo local, irrumpieran en el terreno de juego tras la derrota de su equipo por 2-3 ante el Persebaya Surabaya, haciendo que se enfrentaran a los agentes policiales. Los agentes cargaron contra los aficionados y lanzaron gas lacrimógeno en un intento de frenar los ataques, lo que hizo cundir el pánico entre los aficionados que huyeron en masa hacia las salidas del estadio.
