martes. 23.04.2024

Este Barcelona depende de Lewandowski como antaño lo hacía de Messi. El delantero polaco una vez más fue el salvador de un Barcelona tocado por las numerosas bajas en su plantilla, tras el parón de selecciones. El Mallorca puso entre la espada y la pared al conjunto de Xavi que acabó pidiendo la hora.

Fueron 6 las novedades en el 11 inicial de Xavi, tras un parón de selecciones marcado por las lesiones, queriendo dar descanso a hombres habituales, llevando esto a una primera mitad sosa, sin ocasiones y pobre juego de los blaugranas. Son este tipo de partidos donde se nota lo diferencial que es el delantero polaco de los culés, pues, en este mismo encuentro, la temporada pasada, el Barcelona habría empatado o incluso, de tener menos fortuna, perdido.

El delantero polaco no necesitó ayuda de sus compañeros para enviar a la cazuela el primer balón con opciones de peligro real que tuvo. El Mallorca, que estaba defendiendo bien, sin dejar muchos espacios, y el lento juego del Barcelona hacía que los bermellones no sufriesen, al menos hasta que apareció Robert Lewandoowski.

El polaco, en una jugada de ensueño, amagó el disparo con pierna izquierda engañando hasta a tres contrarios entre él y la portería, cambiándose el balón de pierna y, con un certero disparo al palo largo del portero, puso el primer y único gol en el marcador. Un marcador algo extraños pues, las ocasiones más claras las había tenido el Mallorca.

Ter Stegen, una vez más, se puso las alas de santo y consiguió salvar las intentonas de los bermellones por empatar. El Mallorca atacaba y necesitaba muy poco para hacer daño a los hombres de Xavi que, acabaron el encuentro pidiendo la hora. Las dos ocasiones más claras estuvieron en las botas de Muriqi y de Lee, pero ninguno de los dos pudo igualar el tanto del delantero polaco del Barcelona.

3 nuevos puntos para el Barcelona de Xavi, que se coloca como líder en solitario provisional, a la espera del resultado del Real Madrid en su partido. Poco fútbol y mucho Lewandowski en Camp Barça.

Lewandowski sostiene a un Barcelona gris que pidió la hora ante el Mallorca