Óscar Molina, todo un ejemplo de superación. Padecía obesidad mórbida, pesaba 232 kilos y le impedía realizar actividades cotidianas y rutinarias como levantarse de la cama. Consiguió bajar de peso a través de una dieta que él realmente no aconseja a nadie ya que no fue de una manera controlada y sana.
Ahora en plena temporada de ultramaratones está entre los 79 y 82 kilos. Su vida dio un giro de 360 grados cuando: "Me subí a la bicicleta. Nada, dos minutos y poco más. A partir de ahí mi vida cambió, hice 'clic'".
Ha conseguido ser campeón de Andalucía de los 10.000 para personas con discapacidad intelectual, de la que tiene un 38%. Además, superó una depresión surgida tras la muerte de su padre y un sobrino. "El deporte, en especial para la salud mental, es importantísimo", asegura Óscar.
