Los derechos de las personas consumidoras y usuarias permanecen inalterables en el periodo de rebajas y los comercios que las anuncian están obligados a mantener las mismas condiciones que el resto del año (aceptar pago con tarjeta, devolución del producto si se ha permitido con anterioridad, etcétera). Asimismo, los productos ofertados deben ser los comercializados de manera habitual.
La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía ha lanzado una serie de recomendaciones con motivo de esta etapa. Entre ellas, recuerda que el periodo de rebajas lo determina, según su criterio, cada comercio, y no se circunscribe a unas fechas concretas. Si bien, las rebajas suelen arrancar tradicionalmente en Andalucía el 1 de julio (y se prolongan durante todo el verano), numerosos establecimientos comienzan a anunciarlas y aplicarlas desde semanas antes.
Si en el periodo previo a las rebajas el establecimiento aceptaba cambios, permitía devoluciones o entregaba vales, debe continuar actuando de la misma manera con los productos rebajados.
Asimismo, las personas consumidoras deben poder distinguir claramente los productos rebajados de los que no lo están, y obtener una información clara de la rebaja que se aplica, esto es, el precio rebajado junto al precio habitual, nunca superpuesto.
Consumo incide, además, en la importancia de no dejarse llevar por las compras impulsivas. Para ello, se recomienda planificar con antelación lo que interesa adquirir, haciendo una lista y/o fijando un presupuesto máximo, así como comparar precios y calidades de un mismo producto en diferentes comercios. Hay que desconfiar de aquellos productos que presenten precios excesivamente rebajados, ya que podrían ocultar algún defecto.
Además, es importante pedir y conservar el justificante o la factura de compra, imprescindible para realizar una posible reclamación o devolución. Por otro lado, se recomienda realizar las compras en establecimientos adheridos al Sistema Arbitral de Consumo.
