viernes. 17.05.2024

 

 

La Brecha Salarial Global del Sistema Universitario Público Español tiene un valor medio de un 12,7%, procediendo el grueso de esta brecha, fundamentalmente, de los complementos salariales, donde la brecha alcanza el 19,1% y más reducida en el salario base (1,8%).

Así lo refleja el informe 'Brecha salarial de género en las
universidades públicas españolas', presentado este martes por el Ministerio de Universidades, CRUE y ANECA, y realizado a partir de los datos de las 50 universidades públicas en continuidad con el informe piloto que se realizó en 2021 sobre la misma temática.

El estudio ha sido desarrollado en esta ocasión por las investigadoras de la Universidad del País Vasco y la Universidad pública de Navarra Mari Luz de la Cal Barredo, Aitziber Etxezarreta Etxarri, Arkaitz Galbete Jiménez; y la coordinación de Elena Martínez Tola. Además, repite en la supervisión del informe Pilar Carrasquer, de la Universidad Autónoma de Barcelona.

"El estudio nos ha demostrado que hay problemas que tenemos que resolver. Hay un 12,7 de brecha salarial en el sistema universitario, eso es algo innegable y el estudio lo pone de relieve", ha advertido el ministro de Universidades, Joan Subirats, durante la presentación de la investigación.

El responsable de Universidades ha señalado que el objetivo de su Ministerio es "eliminar esa brecha salarial y que las universidades públicas puedan ser ejemplares en esa línea".

Aunque la brecha salarial para el salario base percibido por hombres y mujeres en las universidades públicas españolas se sitúa, en media, en el 1,8%, siete universidades públicas presentan una brecha salarial de género para el salario base superior al 10%.

"No podemos hablar de democracia sin hablar de equidad, diversidad y sin incorporar la idea de pensamiento crítico que la Universidad siempre ha defendido", ha manifestado Subirats, quien ha hecho hincapié en que el estudio "intenta reflejar la voluntad de honestidad", de poner en relación lo que predica el Ministerio con lo que también debe "ser capaz de hacer".

Esta voluntad, según ha asegurado el ministro, es "compartida con el conjunto de instituciones que trabajan en la gobernanza de universidades y en los temas de evaluación y acreditación". "Este estudio completa en el conjunto de universidades públicas del país el estudio piloto. Hemos pasado de 20 universidades a 50 universidades públicas", ha dicho.

BRECHA SALARIAL EN COMPLEMENTOS 

El valor de la brecha salarial en los complementos retributivos percibidos en el estudio es "notablemente elevado", con una media que se sitúa en el 19,1%. En términos generales, el 52% de las universidades presentan una brecha superior al 20% y el 23% de ellas reporta una brecha en complementos inferior al 10%.

Aunque los valores medios se sitúan en torno al 20%, algunas instituciones muestran unos valores superiores al 30%. Destacan los elevados valores de la brecha media en los complementos por sexenios (28,5%) y, sobre todo, por proyectos (47,3%). En ambos casos se trata de complementos ligados a la progresión en la carrera académica.

El Ministerio aclara que los complementos por sexenios no están directa y exclusivamente ligados con la antigüedad, sino con la acumulación y reconocimiento de méritos en investigación y transferencia del conocimiento, por lo que las brechas de género "se muestran más amplias".

Un porcentaje "muy importante" del Personal Docente e Investigador (PDI) no cuenta con ningún sexenio y ello es más acusado en el caso de las mujeres (el 65,5% de las mujeres y el 59,6% de los hombres). Además, la brecha de género aumenta según se consideran un mayor número de sexenios concedidos. Así, las mujeres representan el 28,8% del PDI que tiene 6 o más sexenios.

LA BRECHA SALARIAL ALCANZA SU MÁXIMO EN EL GRUPO DE 40 A 49 AÑOS

El informe muestra una tendencia al alza de la brecha salarial en los primeros años de la carrera profesional, que alcanza su máximo en el grupo de 40 a 49 años, para pasar a reducirse a partir de ese momento. Por su parte, la brecha salarial media en el salario base muestra una tendencia decreciente a partir de los 30-39 años.

Así, observa una brecha salarial media máxima del 7,2% en el grupo de 30 a 39 años, siendo menor en el resto de los grupos. En este caso, para los grupos de mayor edad la brecha desciende, siendo la brecha salarial media -5% para el grupo de 60 y más años.

Por su parte, los valores medios de la brecha salarial para los complementos muestran un aumento hasta el grupo de edad de 40 a 49 años (11,3%), para pasar a descender a partir ese momento.

El análisis por ramas de enseñanza revela que, en el salario total, las ramas de Ingeniería y Arquitectura y de Ciencias Sociales y Jurídicas presentan brechas salariales bajas (en torno al 2%), a distancia de Ciencias de la Salud que presenta la brecha más alta (18%).

Las brechas más altas en los complementos se dan en Ciencias de la Salud (27,4%) y en Ciencias (19,4%). El estudio precisa que la primera es una rama "muy feminizada" y con un alto grado de profesorado asociado con características específicas, pero no se dan estas características en Ciencias.

En el caso de Artes y Humanidades la brecha se sitúa en el 16,8%, mientras que Ingeniería y Arquitectura y Ciencias Sociales y Jurídicas presentan brechas más moderadas en los complementos (en torno al 7%).

SIN DATOS DE BRECHA SALARIAL DE GÉNERO POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS 

Durante la presentación, la supervisora del informe Pilar Carrasquer ha justificado que el informe no ofrezca datos específicos de la brecha salarial de género en las universidades públicas españolas de las distintas comunidades autónomas.

"En ningún caso se ha planteado el estudio en términos de comunidades autónomas, que pueden tener competencia en materia de universidades pero la mirada del estudio ha sido una mirada global del sistema", ha señalado Carrasquer.

Para la coordinadora del estudio, Elena Martínez, la brecha salarial identificada se encuentra relacionada don dos elementos. En primer lugar, con que una "parte importante" del personal "no tiene acceso a la mayor parte de complementos por diferentes motivos, como el tipo de contrato o el número de horas".

"Para el profesorado más estable las diferencias en las retribuciones están marcadas por la retribución relacionada con complementos con las actividades de investigación y también de gestión", ha apuntado como segundo motivo de la brecha salarial.

La coordinadora del informe también ha incidido en la necesidad de llevar a cabo estudios específicos de corte cualitativo "para identificar las estrategias de conciliación del PDI y sus consecuencias", así como estudios pormenorizados desde la etapa investigadora y diferenciando por ramas de enseñanza "para poder hacer visibles con precisión los mecanismos que llevan a la existencia de la brecha".

En este punto, ha apostado por "ahondar en la identificación de la manera en la que son evaluados los proyectos de investigación y los convenios presentados en distintas instancias e identificar los sesgos de género que existen en estos procesos".

"Las novedades tecnológicas tendrán también que analizarse desde la perspectiva de género para poder identificar las nuevas oportunidades que puedan existir para avanzar hacia una organización más igualitaria", ha concluido Martínez.

Las mujeres ganan 12% menos que los hombres en las universidades públicas