La próxima semana tendrá lugar la celebración de la Cumbre de la OTAN en la capital de España y el Gobierno ha estimado que supondrá un coste de 50 millones de euros, pero que su repercusión será mucho mayor, según datos del propio Ejecutivo.
El Consejo de Ministros autorizó un contrato de 33,5 millones que acoge la mayor parte del gasto de la Cumbre, del presupuesto del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. Gastos como el alquiler del Ifema, la construcción de las salas, los servicios y aspectos logísticos.
Otros costes que se tienen que dumas serían, por ejemplo, el coste de Interior que tiene que costear dietas a los efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado desplazados a Madrid durante esos días; o también el de Defensa, encargado de la vigilancia y control del espacio aéreo.
Desde Moncloa se asegura que está ya "todo listo" para que Madrid acoja la Cumbre que reunirá a más de 40 líderes internacionales y desde el Gobierno se quiere aprovechar para dar la imagen de que España es un país "moderno, capaz y que está a la altura incluso de las circunstancias más complejas".
