jueves. 25.04.2024

Tras una espera de 400 días desde la erupción del volcán de La Palma, algunos vecinos por fin han recibido la casa contenedor que les fue prometida en marzo, pero sus reacciones no han sido las esperadas: “Esto es todo menos una casa”. De las ochenta y cinco viviendas previstas, esta semana se han entregado cuarenta y cuatro de ellas.

"Es una vergüenza, hay que hacer tantas cosas para entrar a vivir que no se si compensa. En la puerta de la casa hay una arqueta donde van los desagües de cada casa y antes de entrar ya está sucia. Tiras de la cadena y se oye todo, seguro que termina acumulando muchos olores", explica Diego Marín, uno de los vecinos.

"El primer día ya había humedades en el techo. Parece que han ido a arreglarlo ya, pero cuando llueva, ¿qué va a pasar? Las casas están hechas con contenedores de barcos reciclados, todo es antiguo"

Diego, un hombre de 45 años, vive con su hija de 9 años, los cuales estuvieron viviendo en tres casas diferentes en estos 14 meses al haberse quedado sin nada tras la erupción del volcán. Lograron encontrar una vivienda de alquiler con solo una habitación y una cama. Diego comenta desesperado que “Mi pequeña solo quería tener su cuarto y ahora vemos esto y se nos cae el alma a los pies, pero de momento no hay otra solución, tendremos que vivir aquí. Ellos dicen que es una solución provisional, pero yo no me fío. No han dado largas demasiados meses”.

Goretti Álvarez Pérez, otro vecino de 53 años, se encuentra en shock, ya que uno de los contenedores es para su madre de 93 años que va en silla de ruedas. "No hay agua ni luz, tenemos que darla de alta nosotros y no me ha dado tempo todavía. La sensación es de cárcel, solo nos falta el pijama de rayas. Pero reconozco que a mi madre le hace mucha ilusión tener por fin su casita... y quién soy yo para quitarle esa ilusión, aunque sé que no va a ser fácil vivir ahí".

Los vecinos de La Palma se sienten engañados, desolados y abandonados, ya que les prometieron estas casas hace ya demasiado tiempo y ahora no les queda más opción que vivir en este desierto blanco que parece ser una solución temporal que podría durar siete años como mínimo.

“Somos conscientes de que no podemos recuperar todo lo que teníamos, pero, al menos, un poco de dignidad, con haberle puesto un poco de cariño hubiera bastado"

La directora del Instituto Canario de Vivienda (ICAVI) insiste en que se ha trabajado en “tiempo récord” para poder instalar estas viviendas, pero Diego no se encuentra conforme con ello: "¿Tiempo récord? ¿Después de que llevamos más de 14 meses viviendo en casa de amigos y familiares, sin que a nadie pareciera que le importara dónde estábamos, después de perderlo todo bajo la lava? Yo solo quiero llorar. Es indignante y encima que te digan que se han dado prisa, es una tomadura de pelo".

Primeras reacciones de los vecinos de La Palma al recibir sus ‘casas contenedores’