miércoles. 24.04.2024

Cada cosa que se publique en redes sociales o en cualquier chat de internet está a la orden del día. Normalmente, la gente suele dar su opinión de cosas que conoce, ha probado, entiende de lo que habla... pero ha llegado un punto en que ya cualquiera opina de cualquier cosa sin saber realmente de aquello que critica.

Víctima de ello ha sido el restaurante La Cave, de Toledo, cuando hace ya cinco meses un "cliente", por llamarlo de alguna manera, puntuó el lugar con 1 estrella sobre 5 cuando ni siquiera había comido allí. Por ello, el dueño le respondió tajantemente ante las acusaciones que había vertido el usuario de su negocio.

El mensaje empezaba: "Me he acercado, ya que estoy de viaje en Toledo y un amigo me había recomendado este local. Y cuando llego me dice: '¿Tienes reserva? ¿No? Pues entonces nada'. Al parecer sin reserva no te dan ni opción a esperar mesa libre". "No sé cómo estará la comida allí, pero desde luego el trato al cliente fatal, parece que van de sobrados. Al menos, que me hubiesen dicho tiempo de espera estimado, pero directamente me ha largado", continúa reconociendo que no había entrado al local. "Ni aunque tuviese opción de volver, volvería. Hay que saber tratar a los clientes y también a los turistas", termina la reseña.

La respuesta del propietario no se hizo esperar

El gerente del local no tardó en responderle y su contestación se vuelto viral en redes sociales. "Al parecer si el restaurante está completo tenemos que levantar a alguien de su silla, la cual ha reservado con anterioridad, para que usted pueda sentarse. Es increíble que, admitiendo abiertamente que ni siquiera has cruzado la puerta, ya te creas con derecho a despreciar el trabajo de mucha gente y que tu opinión sobre algo que no conoces pueda ser publicada. En fin. Gracias por venir", ha indicado.

Crítica al restaurante de Toledo y la respuesta del dueño. Google Reseñas
Crítica al restaurante de Toledo y la respuesta del dueño. Google Reseñas

La tajante respuesta de un bar de Toledo a una persona que no comió ahí