El esfuerzo de un nieto para mantener la ilusión su abuela

Jaime Primero hizo una broma que tuvo que mantener a su abuela.

La historia de Jaime Primero es divertida y, a la vez, muy entrañable.

No hay nada más feo que pegar a un padre, pero engañar a una abuela tampoco se queda corto. Sin embargo, hay un día al año que las bromas son perdonadas: el día de Los Santos Inocentes.

Jaime Primero, el protagonista de esta historia llamaba cada 28 de diciembre a su abuela para colarle una mentirijilla, pero hubo una que no pudo desmentir: