El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presentará hoy en el Congreso una subida de impuestos de casi el doble de lo prestablecido hasta ahora en el caso de las grandes fortunas. Desde hace 40 años, en Estados Unidos, con el presidente Jimmy Carter, no había habido una subida de impuestos de tales características.
Los ciudadanos con ingresos de más de 400.000 dólares al año serán los más afectados por esta subida de impuestos. Estas grandes fortunas pasan a tener una tasa impositiva del 20%, al 43% que impondrá el presidente Biden. En estados como California o Nueva York, la subida impositiva de estas personas podría llegar al 56,7% y 52,22%, debido a su ya imposición fiscal federal alta.
De esta forma la política impositiva de Joe Biden centra el punto de mira en los más ricos de todo el territorio nacional. Esta medida del presidente va en relación a la promesa de recaudar ingresos por valor de 2,1 billones de dólares en el recorrido total de 10 años para poder contribuir al plan de inversión pública, centrado principalmente en la restructura del tejido industrial estadounidense en clave de sostenibilidad.
Esta medida impositiva saldrá adelante en el Congreso con una mayoría muy justa, por lo que podría haber alguna sorpresa y que no saliese adelante la propuesta del presidente. Esta futurible aprobación tan ajustada es debida a que la mayoría de los republicanos se han manifestando en contra de la propuesta. Desde el Ejecutivo demócrata temen a que no salga adelante la propuesta, lo que conllevaría, según ellos, una tremenda presión económica sobre los más afectados de la pandemia.
