jueves. 28.03.2024

Rusia ha alcanzado nuevos máximos históricos de mortalidad y contagios causados por el Covid 19 este fin de semana. Las reacciones más inmediatas han sido el cierre de las regiones más afectadas una semana antes que el resto del país.

"¡Ya hemos perdido demasiado tiempo! En la zona roja de los hospitales de todo el país tiene lugar una auténtica guerra", aseguró Denis Protsenko, director del Hospital 40 de Moscú y el médico más famoso del país en la lucha contra el coronavirus.

Desde mediados de octubre, ha nacido una tendencia creciente de más de mil muertes al día, sobre la que no se augura nada bueno al rebasarse los 36.000 contagios que de momento se han detectado, un nuevo récord en la pandemia.

Una semana antes de que todo el país se vaya de vacaciones pagadas por orden del presidente Vladímir Putin, varias regiones donde la situación está fuera de control han decidido tomar medidas drásticas, entre las que se incluyen regiones de la parte europea del país, aunque también siberianas. Algunas ya han anunciado el cierre mientras que otras se preparan para realizarlo el lunes.

"Jornadas no laborales como esta se repetirán una y otra vez hasta que no nos mentalicemos y comencemos a respetar a los que nos rodean: llevando mascarilla en lugares públicos y no yendo a trabajar con síntomas de enfermedades respiratorias", dijo Protsenko en su canal de Telegram.

Cada región tiene potestad para elegir las medidas a tomar, aunque desde el inicio de la pandemia todas suelen seguir la línea marcada por el epicentro de la pandemia, Moscú, donde a partir del día 28 se cerrarán los servicios no esenciales, con la excepción de farmacias y supermercados. Se cerrarán  también las escuelas a partir del lunes y los mayores de 60 años quedarán en confinamiento hasta febrero.

Además, en Moscú también volverá el teletrabajo para el 30 % de los trabajadores no vacunados y de aquellos que no hayan pasado la enfermedad. "A finales de esta semana y a comienzos de la siguiente alcanzaremos el pico de contagios, cifras récord en toda la historia de la pandemia", alertó el alcalde, Serguéi Sobianin.

Cuando, en abril de 2020, Putin anunció vacaciones, muchos rusos viajaron a la costa del mar Negro u organizaron reuniones en el campo, lo que obligó a las autoridades a tomar medidas severas. En esta ocasión, las agencias de viajes ya han informado de un incremento del 50 % de la demanda de vuelos, mayoritariamente hacia destinos en el interior del país.

Al respecto, Protsenko no escondió su indignación y advirtió que "no habrá ninguna fiesta" durante estos días, ya que el objetivo no es descansar sino frenar "varios ciclos de infección". Sobianin también llamó a los moscovitas a abstenerse de viajar y limitarse a salir a pasear a los parques o pasar varios días en sus casas de campo.

Todos, desde Putin, perplejo por las cifras de no vacunados, hasta las autoridades sanitarias, coinciden que la reticencia a inocularse es la principal causa del aumento dramático de casos desde agosto. "No ocurrió ningún milagro, la pandemia no se ha desvanecido. Los antivacunas y otros luchadores contra las elementales medidas de seguridad están contribuyendo notablemente al desarrollo de la situación epidémica", lamentó Protsenko.

El médico fue uno de los cinco cabezas de lista del partido del Kremlin en las recientes elecciones legislativas, pero esto no incentivó la vacunación entre los rusos. Solo un tercio de los rusos se ha vacunado con la pauta completa. En el caso de los mayores de 60 años las cifras son aún más alarmantes. En el caso de Moscú, solo 1,14 de un total de 3 millones se ha pinchado con vacunas como Sputnik V, aún no aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El Ministerio de Sanidad autorizó a última hora del viernes la posibilidad de vacunarse simultáneamente contra la COVID-19 y contra la gripe, ya que recientes investigaciones demostraron que dicha práctica no reduce su potencial inmunológico. Por ello, expresó su confianza de que dicha opción, "más cómoda para los ciudadanos", sirva de "estímulo adicional" para que los rusos se vacunen.

Otro aliciente deberían ser los nuevos casos de la nueva subvariante de la cepa delta, la AY.4.2., detectados esta semana en la región de Moscú, aunque las autoridades rusas precisaron que, "probablemente", sea solo un 10 % más contagiosa.