jueves. 18.04.2024

Suiza es uno de los países europeos pioneros en permitir la eutanasia, por ello, los científicos buscan cada vez nuevos métodos para llevarla a cabo de la mejor manera posible.

Philip Nitschke, uno de los más conocidos defensores de la eutanasia, convirtiéndose en el primer médico del mundo en administrar legalmente una inyección letal a sus pacientes en 1999, ha creado esta máquina con la que las persona pueden administrarse su propia muerte sin la necesidad de recurrir a otras personas. 

Según Nitschke, el objetivo de la máquina es “permitir a los adultos racionales la opción de una muerte pacífica, electiva y legal en un ambiente elegante y con estilo”.

Antes de realizar el procedimiento, los usuarios deben pasar una prueba monitoreada por inteligencia artificial cuyo objetivo es determinar su capacidad mental para demostrar que la persona está tomando la decisión consciente de terminar con su vida. Si no se pasa la prueba, no se abre la escotilla.

El procedimiento consiste en que, cuando la persona está lista puede pulsar un botón en el interior de la cápsula, inundándose rápidamente con nitrógeno líquido, una sustancia legal de fácil adquisición. El nitrógeno reduce el nivel de óxigeno dentro de la cápusla, haciendo que el usuario se sienta “ligeramente borracho” antes de caer inconsciente y morir. 

Uno de los aspectos positivos de esta cápsula es que es portátil, por lo que se puede mover a la ubicación deseada por el usuario, además en sí es biodegradable y se puede separar de la plataforma inferior para usarla como ataúd para el entierro o la cremación.

“Puedes remolcarlo y tenerlo con vista a los Alpes o los lagos. Cuando estés listo, te despides, usas el código para entrar, baja el dosel, presiona un botón y mueres en unos minutos. Es una muerte muy pacífica", explicó.

Además, la máquina permite la opción de arrepentirse incluso dentro de ella, ya que viene equipada con un botón que puedes presionar en cualquier momento hasta antes de perder el conocimiento y con una ventana de emergencia que se abre cuando la presionas, permitiendo que fluya el oxígeno inmediatemente. 

“No estoy sugiriendo que Sarco sea la taza de té de todos, pero parece ser la taza de té de muchas personas”, comentó Nitschke sobre su cápsula. “Este es el día más importante de tu vida, el día que mueres. Es algo que no hay que esconder, debe ser elocuente y hermoso”.

“Los abogados neerlandeses nos han dicho que usar la máquina no es ilegal, porque aquí no es un delito acabar con tu propia vida. Solo proporciono los planos y las instrucciones en Internet, pero no doy instrucciones personales y no se requiere ayuda para operar la máquina. El usuario tiene el control total”, resaltó Nitschke, apodado  “Doctor Muerte”. 

Los planos pueden ser descargados por internet y las partes pueden imprimirse en una impresora 3D, siendo este procedimiento de extrema facilidad. 

Como Nitschke, son muchos los que piensan que las personas tienen el derecho a decidir cómo mueren, independientemente de si son pacientes terminales o no. “La objeción más común (a la eutanasia) es que no existe el suicidio racional y que el deseo de morir es, por definición, el resultado de una enfermedad psiquiátrica. Rechazo esa idea”, comentó el científico en una reciente entrevista. 

 

Crean una cápsula en Suiza para suicidarse sin asistencia