jueves. 28.03.2024

Al menos cinco personas han muerto en el aeropuerto de Kabul tratando de huir este lunes, según informa Reuters. Un total de 60 países, entre los que se encuentran España, Estados Unidos, Reino Unido o Alemania han emitido una declaración conjunta en la que reclaman que los aeropuertos permanezcan abiertos y así puedan salir de Afganistán todos los civiles que lo deseen.

Han sido miles de personas las que, desde el domingo por la noche, han tratado de abordar vuelos de repatriación después de que el presidente afgano, Ashra Ghani, huyera el domingo en secreto. La mayoría son ciudadanos comunes, que escucharon que Estados Unidos sacaría del país tanto a su personal como a los afganos, según un funcionario del aeropuerto que pidió anonimato. Por el momento no han asegurado la seguridad del aeropuerto ni los combatientes talibanes ni las fuerzas de seguridad afganas.

Todos los vuelos comerciales del país se hah suspendido, y medios locales se han encargado de informar del cierre del espacio aéreo afgano.

En una entrevista en la Cadena Ser, el ministro del interior español Fernando Grande Marlaska, ha asegurado que los residentes españoles, el personal de la Embajada y los afganos que han colaborado en el Ejército y en la cooperación española en Kabul han sido evacuados ya al aeropuerto de Kabul, esperándose que puedan ser repatriados lo "antes posible". Marlaska asegura que "el aeropuerto es un lugar seguro para los españoles".

Los talibanes han lanzado mensajes de tranquilidad, prometiendo trabajar en la "serenidad" y "mejora de la vida ciudadana". "Daremos servicio a nuestra nación", dice el número dos del grupo, el mulá Abdul Ghani Barados, en un mensaje a través de video en el que aparecen a su lado otros milicianos. La BBC informa de que el dirigente ha reconocido que entendía que para muchos el écito militar talibán pudiese ser "inesperado".

Suhail Shaheen, otro de los portavoces talibanesm ha incidido en Twitter en que los milicianos no permitirán que nadie entre en casas sin permiso. “Nadie sufrirá por su vida, propiedades u honor, que serán protegidos por los muyahidines”, ha explicado.

El grupo también ha declarado una amnistía para quienes hubiesen podido ayudar al Ejecutivo de Ashraf Ghani o a los países con tropas desplegadas en Afganistán. Además, ha asegurado que no atacará objetivos diplomáticos.