Venecia se caracteriza además de por sus canales y otros muchos atractivos, por las gaviotas. Estas no son temerosas y usan su agresividad para incomodar a los turistas y robarles la comida.
Los dueños de los restaurantes no saben cómo evitar los ataques de las palomas cada vez que los turistas se sientan en sus terrazas. El número de gaviotas parecía haber disminuido con la pandemia, pero con la vuelta de los turistas han pasado de 420 parejas a más de 500, según medios locales.
El director del Gritti, hotel en el centro de Venecia, Paolo Lorenzoni explica a la publicación ANSA: “Lo intentamos de todas las formas, con un búho falso que giraba, pero las palomas se subieron en su cabeza. El cetrero tiene un costo y llamarlo todos los días se vuelve excesivo. Entonces de una consulta con un experto salió que a estos animales no les gusta el color naranja, les molesta”.
Por ello, algunos locales están dando a los turistas pistolas de agua color naranja con las que poder alejar a los pájaros. "Cuando las ven, escapan. Ni siquiera necesitas usarlas, solo necesitas tenerlas sobre la mesa. Quiero aclarar que las pistolas de agua no dañan a los animales, porque es suficiente mantenerlas a la vista", explica el director del hotel.
