jueves. 25.04.2024

Ibrahima y Magatte defendieron a Samuel cuando este recibió una paliza mortal en A Coruña. A día de hoy, están trabajando en una fábrica de puertas y rodapiés en una fábrica de Oza Cesuras.

La oportunidad la dio Javier Paz, un empresario que vive a dos calles de donde ocurrió la mortal paliza. Cuando vio que el Gobierno estaba trabajando en el tema de los papeles, él decidió contratar a ibrahima y Magatte.      
“No sabía cómo localizarlos y llamé a una radio para que les llegase mi propuesta”.
Los senegaleses se dedicaban a la venta ambulante en España, no habían trabajado nunca con madera, pero Javier asegura que “son personas humildes, muy trabajadoras y, lo más importante, con muchas ganas de aprender”, cuenta Javier. “Me consta que están más contentos aquí que trabajando en el mar”, añade.
Ellos no han sido los únicos que han encontrado trabajo, otro senegalés se recorría  hasta Oza Cesuras, unos 25 kilómetros de distancia, para trabajar. Después de que Javier los llevase en su coche los primeros días, ahora es un compañero quien los lleva.

Ibrahima y Magatte han sido muy importantes en la historia de Samuel, ya que prestaron auxilio en todo lo que pudieron y además prestaron declaración ante la policía a pesar de no estar en una situación muy buena en España. No se cansan de darme las gracias. Para ellos es un sueño hecho realidad el tener un trabajo en España”, reconoce Javier. La gratitud llega, también, desde Senegal. “Sus familias hasta quieren que viaje al país para conocerme”, dice este empresario, cuya satisfacción personal es proporcional a la alegría de los senegaleses

 

Ibrahima y Magatte, los senegaleses que defendieron a Samuel, encuentran trabajo en una...