Menor gravedad en infartos nocturnos según el ritmo circadiano
Un avance científico fascinante se ha producido en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC). Investigadores han descubierto por qué los infartos que ocurren durante la noche son menos severos que los que ocurren durante el día. La razón involucra la variabilidad diaria de la agresividad de los neutrófilos, un tipo de glóbulo blanco.
El estudio, que ha sido publicado en 'Journal of Experimental Medicine', ha establecido un mecanismo intrínseco día-noche dentro de los neutrófilos que alterna su potencial destructor. Este mecanismo regula cuánto daño pueden causar en el corazón después de un infarto.
Definimos a los humanos como una especie diurna. El tiempo en que estamos más expuestos a infecciones es durante el período diurno. Para manejar esta amenaza, nuestro sistema inmunitario alinea su máximo rendimiento con nuestros ritmos circadianos. Sin embargo, en situaciones de alta tensión, como infartos de miocardio, esta respuesta del sistema inmunológico puede ser contraproducente causando daño adicional severo en los tejidos.
Descubrimiento Importante
Según Alejandra Aroca-Crevillén, la primera autora del estudio, "por la noche, los neutrófilos se enfocan en el territorio dañado dejando intacto el tejido sano. Sin embargo, durante el día, pierden esta precisión, causando más perjuicio en los tejidos circundantes". Este hecho descubierto es un hito de suerte para los pacientes que sufren infartos durante la noche.
Nuevas Estrategias
Durante las pruebas de investigación, se ha estimulado una estrategia farmacológica en modelos de laboratorio para detener este reloj interno. La idea es mantener a los neutrófilos en su "modo nocturno" y reducir su capacidad de daño durante la fase de infarto. Aroca-Crevillén se mostró sorprendida al comprobar "que el bloqueo del reloj circadiano de los neutrófilos no sólo protege el corazón, sino que también mejora la respuesta a ciertos microbios e incluso disminuye las embolias relacionadas con la anemia falciforme".
Andrés Hidalgo, el líder de este equipo de investigadores, proporcionó más detalles indicando "El compuesto que desarrollamos imita a un factor que el cuerpo produce principalmente durante la noche". Este factor "engaña" a los neutrófilos haciéndoles creer que es de noche, reduciendo así su capacidad perjudicial.
Aplicación Futura
Este descubrimiento en colaboración con el grupo de Investigación Cardiovascular Traslacional Multidisciplinaria del CNIC bajo la guía del doctor Héctor Bueno se realizó después de analizar datos de miles de pacientes del Hospital 12 de Octubre. Se espera que estos descubrimientos produzcan estrategias futuras para explotar los ritmos circadianos del sistema inmunitario para controlar la inflamación sin comprometer la defensa contra las infecciones.
Este descubrimiento "abre la puerta" a terapias innovadoras fundamentadas en la biología del tiempo. Estas terapias podrían tener el potencial de proteger el corazón y otros órganos del daño inflamatorio sin debilitar las defensas naturales del organismo. La investigación fue financiada por una gama de organizaciones que incluyen entre otras a la Fundación La Caixa; el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICIU); y la Sociedad Española de Cardiología. También contó con el apoyo de las compañías farmacéuticas AstraZeneca, Boehringer Ingelheim y Janssen.