viernes. 19.04.2024

El Hospital público Clínico San Carlos de La Comunidad de Madrid fue el escenario del primer parto natural en España de un niño completamente sano cuya madre es receptora de un doble trasplante de hígado y riñón.

Virginia, de 33 años, sufría daño renal y hepático, producto de una enfermedad hereditaria. Por lo que tuvo que someterse al transplante de ambos órganos en dos hospitales públicos del Servicio Madrileño de Salud (Sermas). Así, en 2017 recibió un trasplante intervivos de riñón en el Hospital Clínico San Carlos. Dándose la circunstancia de que el donante fue su propio marido y padre del niño. Posteriormente, en 2019, el trasplante de hígado tuvo lugar en el Hospital Universitario Puerta de Hierro.

UN GRAN RETO

En los casos de mujeres sometidas a este tipo de operaciones, los profesionales sanitarios avisan del riesgo añadido que supone un embarazo por una posible pérdida del órgano recibido. Aunque en el caso de Virginia su deseo de ser madre fue más fuerte que las dificultades que ello entrañaba.

Tras quedarse embarazada de forma natural, un equipo multiprofesional de nefrólogos y ginecólogos del Hospital Clínico San Carlos le hizo un seguimiento estrecho al considerarlo de alto riesgo. Realizándole controles médicos constantes, ya que la medicación que recibía podía afectar al bebé.

«Esta gestación ha supuesto un gran reto, ya que era la primera vez que atendíamos a una mujer embarazada en estas circunstancias. Afortunadamente todo el proceso se desarrolló con normalidad y el parto fue bien y sin complicaciones”, relató la ginecóloga Nuria Izquierdo, del Hospital Clínico San Carlos.

PARTO NATURAL

Durante el embarazo se modificó el tratamiento inmunosupresor para preservar la función de los órganos trasplantados y que fuera compatible con la salud del niño. Para que éste no sufriera ningún daño, dado que la medicación propia puede ser perjudicial para el niño.

Por ello, “desde el principio seguimos estrechamente su evolución, vigilando la función de ambos órganos, que no sufrieron rechazo. Aunque el riñón empezó a verse afectado, razón por la cual el parto tuvo lugar en la semana 35”, explicó la nefróloga Isabel Pérez, también del Hospital Clínico San Carlos.

Una vez que la mujer dio a luz, se reajustó la medicación inmunosupresora para mantener el buen funcionamiento del hígado y riñón. Lográndose en la paciente una “función renal y hepática excelente, lo que ha supuesto un éxito tanto para ella como para el equipo médico que la ha atendido”, destacó la doctora Isabel Pérez. La madre y el niño fueron dados de alta a las 72 horas del nacimiento en perfecto estado de salud.

Se da en Madrid el primer parto natural de una madre trasplantada de hígado y riñón