viernes. 29.03.2024

El Grupo de investigación en Farmacología integrada y neurociencia de sistemas del Institut Hospital del Mar d'Investigacions Mèdiques (Imim-Hospital del Mar) y del CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) han detectado en un estudio en ratones que mantener una microbiota intestinal sana permite reducir los efectos perjudiciales del consumo adictivo de alcohol.

La revista 'Frontiers in Nutrition' ha publicado los resultados del trabajo que ha financiado el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad y es el "primero que establece una relación directa" entre las bacterias que viven en el intestino, el cerebro y la conducta adictiva, ha informado el Imim este jueves en un comunicado.

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores han analizado en ratones la relación entre la ingesta de alcohol y la microbiota intestinal: un grupo de animales recibió durante semanas una suplementación con una mezcla de prebióticos y probióticos, un simbiótico, para estimular el crecimiento de bacterias beneficiosas en su intestino, mientras otro grupo recibía una alimentación convencional.

Después han sometido a todos los animales a una exposición intermitente al alcohol durante veinte días, alternando el consumo de alcohol con el de simbiótico o agua y, al acabar este periodo, se interrumpió el suministro de alcohol durante siete días, para ofrecérselo de nuevo y analizar si había recaída en el consumo.

Los resultados de las pruebas demuestran que aquellos animales que habían recibido con su alimentación prebióticos y probióticos presentaban una escalada menor en el consumo de alcohol y, además, la recaída después de la interrupción de la ingesta de alcohol era menor.

También han sometido a los animales a estudios de conducta para medir las alteraciones asociadas a la adicción al alcohol: las hembras sufren depresión, ansiedad y alteraciones en la memoria, pero en menor grado en aquellas que han visto reforzada su microbiota intestinal.