La contaminación causa uno de cada 8 ingresos por problemas neurológicos
Los ingresos hospitalarios urgentes por enfermedades neurológicas guardan una relación significativa con la contaminación del aire en España. Así lo determina un estudio realizado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), que ha examinado 15.437 casos de hospitalización por patologías como demencia, Parkinson, Alzheimer o esclerosis múltiple. La investigación, publicada en 'Atmospheric Environment', analiza cómo la calidad del aire y las temperaturas extremas inciden en el agravamiento de estas afecciones, enfocado en un periodo entre 2013 y 2018 y abarcando 10 provincias españolas como Granada, Baleares, Vizcaya, Gipuzkoa, Las Palmas, Barcelona, A Coruña, Madrid, Alicante y Valencia.
El informe subraya la posible implicación de la contaminación atmosférica en el origen y empeoramiento de ciertas enfermedades neurológicas, según la evidencia científica disponible. También pone de relieve el efecto conocido de las altas temperaturas sobre estas dolencias, mientras que el impacto de las olas de frío sigue siendo menos explorado en los estudios actuales.
- Metodología y datos recopilados
- Impacto de los contaminantes y temperaturas extremas
- Comparación con otras causas hospitalarias
- Recomendaciones del equipo de investigación
Metodología y datos recopilados
Investigadores de la Escuela Nacional de Sanidad del ISCIII, en su Departamento de Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano, evaluaron tanto los niveles diarios de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5) como las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono troposférico (O3). Además, el análisis incorporó los registros de temperaturas extremas, considerando días de olas de calor y frío para identificar posibles incrementos en las hospitalizaciones.
En conjunto, el trabajo se centró en datos hospitalarios urgentes relacionados con trastornos neurológicos, confrontando estos episodios con factores ambientales para obtener un panorama sobre el posible papel de la contaminación y las variaciones térmicas en la etiología o descompensación de las enfermedades estudiadas.
Impacto de los contaminantes y temperaturas extremas
El 13,5% de los ingresos hospitalarios analizados puede atribuirse a factores ambientales, según los resultados del estudio. Específicamente, casi 2.000 de estos ingresos, es decir, el 12,5% del total, están relacionados con la exposición a contaminación atmosférica, mientras que cerca de 150 hospitalizaciones (un 1%) se corresponden con episodios de temperaturas extremas, divididas en un 0,6% por frío intenso y un 0,4% por olas de calor.
Al detallar los distintos contaminantes, el estudio señala que 245 ingresos guardan relación con las partículas en suspensión, mientras que el dióxido de nitrógeno (NO2) se asocia a 581 casos y el ozono troposférico a 1.107 hospitalizaciones. Estos datos muestran el peso de cada contaminante en la prevalencia de los ingresos observados.
Comparación con otras causas hospitalarias
El porcentaje de ingresos por motivos neurológicos atribuibles a la contaminación del aire duplica el registrado en hospitalizaciones por causas cardiovasculares, previamente estimado en un 7,7%. De igual modo, supera el porcentaje vinculado a las afecciones respiratorias, cifrado en un 7,8% por otras investigaciones, y quintuplica el impacto de la contaminación en la hospitalización por cualquier causa, que ronda el 2,5% según estudios realizados en el país.
El equipo de investigación advierte de que este elevado porcentaje puede estar influenciado por el enfoque del estudio en provincias con alta densidad poblacional y elevados índices de contaminación, lo que incrementa la proporción de ingresos atribuibles a factores ambientales.
Recomendaciones del equipo de investigación
Bajo la dirección de Julio Díaz y Cristina Linares, el equipo responsable de la investigación ha instado a adoptar con carácter "urgente" nuevas acciones para reducir los niveles de contaminación atmosférica. La recomendación parte del efecto comprobado de estos contaminantes en los ingresos hospitalarios neurológicos, el envejecimiento progresivo de la población y la creciente urbanización.
Entre las conclusiones adicionales, los autores sugieren la incorporación de pacientes con enfermedades neurológicas en los planes preventivos durante episodios de temperaturas extremas. Considerar este grupo como especialmente vulnerable podría repercutir en una disminución de los ingresos relacionados con olas de calor y frío derivados de estas patologías.