"Hermano salvador", "bebe medicamento"... Así han apodado en muchas ocasiones a Javier, un niño que ya tiene 15 años pero que en su día, su nacimiento supuso la salvación de su hermano Andrés. Fue concebido mediante unas técnicas de reproducción asistida para que fuese totalmente compatible con su hermano para poder solucionar la anemia congénita severa incurable que padecía el primogénito.
La ciencia, a través de a Unidad de Genética, Reproducción y Medicina Fetal de Hospitales Universitarios Virgen del Rocío de Sevilla, consiguió formar un embrión sano con el objetivo de que este no tuviese esa enfermedad. Tras su nacimiento, los médicos trasplantaron las células madre del cordón umbilical de Javier a la médula de Andrés, siendo la operación todo un éxito y salvándole de la enfermedad.
Hoy, ambos hermanos soplan las velas ya que el vínculo que mantienen es algo más que familiar. Los dos pueden celebrar su llegada al mundo de manera feliz y orgullosa.
