viernes. 29.03.2024

El verano es la época del año en la que la ropa ligera y el calzado abierto toman protagonismo. Nuestros pies están mucho más expuestos al sol, la arena, el cloro… Todo esto puede perjudicarnos y hacer que aparezcan las temidas durezas y callos. Estos pueden llegar a ser muy molestos y estéticamente desagradables cuando vistamos nuestras sandalias durante la época estival.

El contacto o la exposición con elementos como el sol, la sal, el cloro o la arena contribuyen a la sequedad en la piel de nuestros pies, y a su vez pueden originar durezas de lo más molestas. La piel de los pies es mucho más grasa que la de otras zonas del cuerpo, aparte de estar sometida a grandes niveles de desgaste. Por ello, es normal que se seque con mucha facilidad. Lo más común es que en épocas de calor aparezcan zonas de piel muerta o durezas, sobre todo en áreas de máximo apoyo como los talones.

Lo mejor para evitar este tipo de incomodidades es prevenirlas. Estos son los remedios caseros perfectos para deshacernos de ellas.

La exfoliación y la hidratación son la clave para la prevención de las durezas, callos y piel muerta. Hay que tener constancia en el cuidado de los pies, como en el del resto de la piel. Lo más recomendable es usar productos específicos para la zona, que normalmente serán más hidratantes que las cremas corporales. La hidratación debe llevarse a cabo diariamente y la exfoliación dos o tres días por semana.

La piedra pómez es el instrumento básico para ir eliminando células muertas en nuestra rutina de limpieza. También está el vinagre de manzana, uno de los productos caseros que funcionan realmente bien en tratamientos de pies. Es útil sobre todo a la hora de ablandar el tejido de la zona, igual que pasa con la cebolla. Otra opción para ir retirando las capas de piel muerta es usar una de las limas para pies que se pueden encontrar prácticamente en todos los supermercados.

El limón y la manzanilla son otros dos remedios caseros y naturales que calman el dolor y desinflaman a la par que ablandan la piel antes de la exfoliación.

No obstante, el ácido acetilsalicílico es sin duda el producto más eficaz a la hora de combatir durezas y molestias en los pies. Para incluirlo en el tratamiento se puede realizar una mezcla de unas 5 o 6 aspirinas con una cucharada de agua y zumo de limón. Lo ideal es aplicar el remedio sobre las zonas afectadas y dejarlo actuar durante unos minutos, tapándolo con una toalla caliente.

De todas formas, siempre existe la opción de visitar a nuestro farmacéutico y preguntar por productos específicos.