Kidults los adultos que compran juguetes y salvan el sector
Una habitación, varias vitrinas y un detalle que llama la atención al primer golpe de vista: cerca de 430 coches de Scalextric alineados como si esperaran la salida de una carrera. Detrás está Juan Manuel Pérez, 63 años, ingeniero técnico industrial y con una vida entera pegada al mundo del motor.
Al entrar, lanza una frase directa y sin rodeos: "Yo no soy un friki", antes de enseñar una colección que mezcla nostalgia y precisión. Tras años en una multinacional del sector, hoy dirige su propia empresa de vehículos de segunda mano. Y, en paralelo, sigue con una rutina que no ha soltado: comprar y hasta modelar coches de slot, réplicas de modelos reales de competición.
El fenómeno no se queda en un caso aislado. El mercado del juguete está cambiando y los adultos que coleccionan ya pesan más de lo que parece. Conviene mirar los datos, porque la tendencia va en serio.
Una colección de slot que no deja indiferente
Juan Manuel Pérez recibe en el cuarto donde exhibe su colección, con decenas de piezas visibles tras el cristal. No se trata solo de acumular: también hay restauración, cambios y ajustes para acercar cada coche al modelo real que representa.
Su perfil encaja con esa mezcla de oficio y afición. A sus 63 años, ha estado siempre ligado al automóvil: pasó muchos años en una multinacional del sector y, en la actualidad, mantiene su propia empresa de venta de vehículos de segunda mano. En casa, la pasión toma otra forma, pero gira sobre el mismo eje: competición, carrocerías y detalles.
El recuerdo del primer Scalextric y un Porsche 917
El origen de todo está en la infancia y en un regalo muy concreto. "Mi madre tenía una tienda de juguetes y el primer Scalextric me lo regalaron los Reyes Magos, lógicamente, cuando tendría yo, yo que sé, 12, 14 años, una cosa así", recuerda. A día de hoy, ese punto de partida sigue marcando el ritmo de sus compras.
Entre sus primeras adquisiciones con dinero propio, mantiene en la memoria una pieza especial: un Porsche 917 que, además, redecoró personalmente para que se pareciera más al coche auténtico. En su caso, coleccionar no es solo guardar. También es intervenir, ajustar y buscar parecido con el mundo real.
Con el paso del tiempo, la explicación se vuelve más emocional que técnica. "El por qué sigues comprando coches de mayor habría que preguntárselo a los psicólogos, pero probablemente yo intuyo que porque no tenías los que querías de pequeño. Aunque no te faltaba de nada, pero salía uno y no lo podías tener", plantea. Y remata con otra idea que resume el impulso: "Y en el momento que empiezas a tener algo de capacidad económica, y te vuelves loco".
Kidults: el nuevo motor del sector del juguete
Historias como la de Pérez encajan en un perfil que gana peso en España: los kidults, adultos que compran juguetes con una finalidad, por lo general, coleccionista. El término nace de la mezcla de kid (niño) y adult (adulto), y ya es una etiqueta clave para entender por dónde se mueve el consumo.
El impacto se nota en el negocio: este tipo de comprador representa ya cerca del 30% del total y mantiene un crecimiento de doble dígito. Al mismo tiempo, el sector empieza a levantar cabeza con un crecimiento del 2,5% tras un desastroso 2024, según los últimos datos de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes.
Una industria que se recoloca tras 2024
El contexto demográfico también empuja cambios. La patronal apunta a un ajuste de oferta para sostener la demanda en un escenario distinto al de hace años, con menos nacimientos y nuevas prioridades de compra.
"En este escenario de descenso estructural de la natalidad, las empresas han adaptado su oferta y han consolidado categorías como las construcciones, los juegos de mesa o los coleccionables, dirigidos a las familias y a comprador adulto", señala esta patronal, a través de un comunicado.
