jueves. 28.03.2024

Según una encuesta realizada por la OCU, el 42% de los españoles afirma haber consumido un suplemento vitamínico o alimenticio en el año 2020, mientras que el 26% ha ingerido este tipo de productos sin recurrir a la supervisión de un profesional. 

Estos datos son llamativos y es que, aunque son productos que pueden aportar beneficios cuando la ingesta alimentaria no proporciona los nutrientes necesarios, es recomendable consumirlos siempre bajo supervisión de un profesional.

 “Los suplementos alimenticios nunca deben sustituir a una dieta saludable, es más,  muchas veces no llegan a aportar lo deseado ya que un nutriente siempre se asimila mejor en sinergia al alimento que lo contiene, cosa que no ocurre por medio de preparados cómo cápsulas o comprimidos, y, salvo en casos específicos, siguiendo una alimentación sana y equilibrada, tendremos los nutrientes necesarios para mantener un organismo sano”, aclara Verónica Velasco González, nutricionista de BluaU de Sanitas.

Antes de recurrir a este tipo de suplementos, si se sospecha de un posible déficit nutricional, es aconsejable realizar un chequeo médico, realizarse pruebas analíticas de sangre, de intolerancias posibles, que puedan provocar malas absorciones de nutrientes y consultar así con las posibles carencias a un profesional que pueda ofrecer pautas alimenticias que garanticen una ingesta correcta, o dicha suplementación ya concreta y guiada.

“El ritmo acelerado de vida que llevamos hace que, en muchas ocasiones, la falta de nutrientes se deba a una dieta desequilibrada en la que falta variedad de alimentos y se abusa de algunos otros. Sin embargo, esta situación se puede solucionar fácilmente con un plan de alimentación estructurado y adaptado a las características de cada persona y, también es de gran importancia, hacer frente a dicho estrés, que puede llegar a provocar fácilmente un desajuste en la absorción y producción de nutrientes esenciales” señala Verónica Velasco.

No obstante, existen determinados casos en los que estas medidas no suelen ser suficientes. Entonces, y siempre bajo supervisión médica, puede recomendarse el consumo de complementos alimenticios. “Las mujeres embarazas, personas que siguen una dieta vegetariana o vegana, con alteraciones metabólicas y/o alergias o intolerancias digestivas, con trastornos de alimentación, que no puedan exponerse a la luz solar o tengan un tratamiento de medicación crónica que les cause déficit de vitaminas, deportistas de alto rendimiento, suelen requerir de este tipo de suplementos” explica la nutricionista de bluaUde Sanitas.

Además, es importante diferenciar entre aquellos suplementos que aportan vitaminas y minerales, aminoácidos o probióticos destinados a mejorar las funciones digestivas y a garantizar el buen funcionamiento del organismo, de aquellos que se publicitan como ayudas para adelgazar, también sustitutivos de comidas, los que se dirigen a mejorar el rendimiento deportivo normal, a desintoxicar el organismo, productos que sin consejo profesional y en abuso pueden conllevar grandes perjuicios e incluso empeorar la salud.

“La ingesta excesiva y sin supervisión de este tipo de complementos, incluso de los compuestos por ingredientes naturales, puede alterar las funciones metabólicas normales y producir el efecto contrario al deseado, pueden ser un apoyo, pero no son, en ningún caso, necesarios para mantener un buen estado de salud”, añade Verónica Velasco. Por lo tanto, cuando se trata de cuidar la salud, el complemento alimenticio usado cuando es necesario, bajo prescripción médica y en la cantidad adecuada puede reportar grandes beneficios. Sin embargo, un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación variada y equilibrada, ejercicio físico, siempre será la mejor medicina.