martes. 30.04.2024

Una hembra adulta de ballena jorobada, conocida como Twain, en el sureste de Alaska, fue localizada junto a un grupo de ballenas y llamada con una grabación de la llamada "whup/throp" de otra jorobada.

La grabación había sido realizada por ballenas del mismo grupo el día anterior, pero el equipo no sabía si las llamadas grabadas habían sido realizadas por la misma ballena o formaban parte de un intercambio entre dos o más ballenas. Para averiguarlo, los investigadores realizaron la prueba en dos días, el primero para averiguar si las llamadas de whup que habían grabado serían socialmente aceptables.


Después de que el equipo emitiera la grabación, Twain se alejó de su grupo y participó física y acústicamente en tres fases de interacción con la tripulación y su barco: periodos de compromiso, agitación y desconexión.

Primero volvió a llamar, luego rodeó el barco tres veces, salió a la superficie y volvió a sumergirse. Tras esta interacción, se marchó gradualmente.

Las llamadas de Twain del día 2 y las del día 1 se analizaron acústicamente en busca de características espectrales y temporales, en concreto el intervalo entre llamadas, o latencia entre llamadas medida por la diferencia de tiempo entre el desplazamiento de la llamada anterior y el inicio de la siguiente.

Los científicos determinaron que esta métrica podría determinar tanto la excitación como la valencia, lo que les permitiría hacerse una idea del contenido emocional del intercambio. Los resultados indicaron que existía una variación sustancial entre las latencias del comportamiento de llamada de Twain, lo que interpretaron como excitación.


"Tras reproducir la llamada de contacto tres veces, obtuvimos una respuesta enorme", explicó Brenda McCowan a la BBC. "Entonces, para mantener la atención del animal, empecé a intentar ajustar la latencia de sus llamadas a las nuestras. Así, si ella esperaba 10 segundos, yo esperaba 10 segundos. Acabamos igualándonos. Lo hicimos 36 veces en un periodo de 20 minutos".


Las llamadas de Twain fueron significativamente más cortas durante el enganche que durante el periodo definido como agitación, cuando daba vueltas alrededor del barco expulsando aire por el espiráculo, o cuando se alejaba.


La BBC informa de que los cantos de la ballena jorobada se consideran de los más complejos del reino animal.

Un punto fuerte de todo el experimento fue que los resultados se determinaron con cierto grado de ceguera-mediante observadores independientes y no informados que informaban sobre el comportamiento en la superficie y la actividad respiratoria de la ballena que interactuaba.

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