jueves. 28.03.2024

Un análisis de más de medio millón de personas ha demostrado que un mínimo de entrenamiento de fuerza puede conferir enormes beneficios.

Investigadores de Japón descubrieron que entre 30 y 60 minutos semanales de actividades de fortalecimiento muscular como el yoga, el levantamiento de pesas o la jardinería pueden reducir el riesgo de muerte por todas las causas un 10-20%.

Cuando se combinan con ejercicios aeróbicos como correr, montar en bicicleta o nadar, se observa que este beneficio se eleva hasta el 40%.

En el análisis se examinaron 16 estudios. Consistían en más de medio millón de adultos sanos a los que se hizo un seguimiento durante un periodo de al menos dos años. El rango de edad iba de los 18 a los 97 años, y el periodo de seguimiento de los dos a los 25 años.

La mortalidad por todas las causas se analizó por separado de las enfermedades cardíacas y el cáncer, y ambas tendieron a disminuir entre el 10 y 20%.

La actividad de fortalecimiento muscular no tiene por qué implicar gruñir sobre campanas de hervidor y barra, sino cargar a los niños durante mucho tiempo, empujar una silla de ruedas, llevar bolsas de la compra, realizar trabajos pesados de jardinería, hacer ejercicios con el peso del cuerpo como flexiones, sentadillas o abdominales, o trabajar con bandas de resistencia.

Se observó una curva en forma de “L”, que mostraba que la prolongación del entrenamiento de fuerza durante más de una hora disminuía lentamente su eficacia en la lucha contra la enfermedad y las tasas de mortalidad. Ya se recomienda una actividad física de moderada a intensa, unos 150 minutos a la semana, un mínimo generalmente reconocido para construir y mantener una función esqueleto-muscular saludable.

Ampliar el entrenamiento de fuerza más allá de los 60 minutos semanales tiene otros beneficios para la salud no relacionados con la muerte, las enfermedades cardíacas y el cáncer. Aumenta el BDNF, un neurotransmisor cerebral clave para el funcionamiento hormonal y la memoria; elimina las hormonas del estrés y libera endorfinas; previene la aparición del Alzheimer, el Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas; aumenta la masa muscular magra, que a su vez es un factor de predicción de enfermedades; morbilidad y riesgo de lesiones; etcétera.

Los autores reconocieron las limitaciones del estudio, principalmente que se basó en datos de países de habla inglesa. Una mayor diversidad de participantes permitiría enriquecer la investigación.