jueves. 18.04.2024

Buenas noticias para los amantes del café que no se imaginan su día sin una buena taza, ahora tienen una razón más para tomarlo. Según un estudio publicado en «Frontiers of Aging Neuroscience» , los investigadores de la Universidad de Edith Cowan (Australia), han descubierto que, las personas con un mayor consumo de café tenían un menor riesgo de transición a un deterioro cognitivo leve, que a menudo precede a la enfermedad de Alzheimer, o de desarrollar esta patología. 

Los científicos analizaron cómo la ingesta de café afectaba la tasa de deterioro cognitivo de más de 200 australianos de 60 años o más durante toda una década y constataron la asociación existente entre la bebida y varios marcadores importantes relacionados con la enfermedad.

«Detectamos que los participantes sin deterioro de la memoria y con un mayor consumo de café tenían un menor riesgo de transición a un deterioro cognitivo leve, que menudo precede a la enfermedad de Alzheimer, o de desarrollar esa enfermedad, durante el transcurso del estudio», aclara Samanta Gardener, la investigadora principal que, además, apunta que los resultados mostraron una asociación entre el café y varios marcadores importantes relacionados con la enfermedad de Alzheimer.

Gardener afirma que se necesita más investigación ya que no se han establecido la cantidad máxima de tazas por día que proporcionará un efecto beneficioso, qué componentes del café están detrás de sus efectos positivos y tampoco se pudo diferenciar entre  café con cafeína y café sin cafeína, ni los beneficios o consecuencias de cómo se preparó (método de preparación, presencia de leche y / o azúcar, etc.), pero, aún así este estudio se presenta como una gran y nueva oportunidad, ya que indica que beber café podría ser una manera fácil de ayudar a retrasar la aparición de la enfermedad.

«Podría ser particularmente útil para las personas con riesgo de deterioro cognitivo pero que no han desarrollado ningún síntom. Podríamos desarrollar algunas pautas que la gente pueda seguir en la mediana edad y, con suerte, podría tener un efecto duradero».

El estudio recomienda que, si solo se puede una taza de café al día, esta sea doble. «Si la taza promedio de café hecha en casa es de 240 gramos, aumentar a dos tazas al día podría reducir el deterioro cognitivo en un ocho por ciento después de 18 meses».

La investigadora concluye que vale la pena seguir estudiando la relación entre el café y la función cerebral. «Necesitamos evaluar si el consumo de café podría recomendarse algún día como un factor de estilo de vida destinado a retrasar la aparición de la enfermedad de Alzheimer».

 

Demuestran que tomar mucho café disminuye el riesgo de Alzheimer