Este es el primer estudio que evalúa dos de los sistemas automáticos de administración de insulina más habituales en pacientes con diabetes tipo 1 (el modelo Medtronic MiniMed 780G con SmartGuard y el Tandem Control-IQ).
Son los sistemas conocidos habitualmente como sistemas avanzados de asa cerrada que integran componentes como una bomba de insulina, un monitor continuo de glucosa en tiempo real y un algoritmo de control, según explica la Sociedad Española de Diabetes en la Guía de Uso de estos sistemas.
De acuerdo con los resultados de la investigación, ambos sistemas de asa cerrada mejoran el control glucémico y la satisfacción de la persona con diabetes tipo 1, ha informado la Universidad de Extremadura (UEx) en nota de prensa.
El estudio se ha llevado a cabo en 14 centros hospitalarios, bajo la coordinación de Pilar Beato y con la colaboración de la Sociedad Española de Diabetes.
La novedad de esta investigación, publicada en la revista 'Diabetes Care', radica en que es la primera vez que se evalúan a la vez dos sistemas avanzados de asas comercializados. En un ejemplo de evidencia en vida real, en el que durante tres meses un total de 150 pacientes han participado en el seguimiento y evaluación de los dos sistemas, siendo 25 pacientes del área de Badajoz.
"La idea de este estudio surgió para responder a una pregunta habitual de facultativos y pacientes sobre qué sistema es mejor. Ahora sabemos que ambos son igual de buenos", ha afirmado la investigadora Pilar Beato.
Cabe señalar que el Hospital Universitario de Badajoz atiende a unas 1.000 personas con diabetes tipo 1, una enfermedad autoinmune con un componente genético y ambiental. La prevalencia de esta patología está en aumento, y en la actualidad afecta al 0,3 por ciento en la población española.
En el área de salud de Badajoz un 40 por ciento de pacientes con diabetes tipo 1, niños y adultos, tienen un sistema de asa cerrada, mientras que la media española ronda el 8 por ciento.
"En Extremadura somos pioneros porque hemos hecho uso de la tecnología desde el principio. Creemos en la tecnología", ha subrayado Pilar Beato. "Nosotros hemos apostado por este sistema tecnológico en sus comienzos, gracias también al apoyo económico de la Administración", ha añadido.
Estos sistemas avanzados llevan incorporados un sensor que mide la glucosa, en el líquido intersticial. Cada cinco minutos envía al algoritmo de control el valor de glucosa, y el algoritmo decide las cantidades de insulina que precisa la persona, y que la bomba de insulina infunde mediante el catéter.
El sistema es automático, sube o baja la administración de insulina en función de las necesidades de la persona, en tiempo real. Además, estos sistemas son inteligentes. Es decir, tienen la capacidad de autoaprendizaje para mejorar su rendimiento y personalizar la infusión de insulina, según ha explicado la investigadora.
Estas funcionalidades ofrecen numerosas ventajas para las personas que padecen diabetes tipo 1. En anteriores estudios, este equipo de investigadores ya demostró que el uso de los sistemas de asa cerrada mejora el tiempo de rango un 14 por ciento.
"Aumenta el tiempo que estás bien", ha matizado la investigadora, a la vez que reduce la hemoglobina glicosilada, que es un parámetro para conocer si la persona está bien controlada. Además, favorece menos hipoglucemias, mejora la calidad del sueño, así como, la satisfacción general del usuario.
Por ahora, estos sistemas de asa cerrada solo se utilizan en el control de la diabetes tipo 1, pero se espera que se amplíe en un futuro a los pacientes con diabetes tipo 2.