viernes. 19.04.2024

Gracias al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), un grupo de investigadores españoles han podido demostrar en modelos animales científicos cómo ocurre ese proceso crítico en el avance del melanoma y cómo bloqueándolo se reduce la metástasis, y los resultados de su trabajo aparecen hoy publicados en la revista Nature Cancer.

A diferencia de otros tipos de cánceres de piel, el melanoma es uno de los tumores más agresivos, y puede derivar en metástasis desde los primeros momentos, cuando la lesión es todavía muy pequeña, y al no existir marcadores tempranos ni predicción de la enfermedad son especialmente relevantes -ha destacado el CNIO- los nuevos tratamientos y el diagnóstico temprano y preciso para mejorar el pronóstico de los pacientes. La metástasis es responsable del 90 por ciento de los fallecimientos por cáncer y que en la mayoría de los casos se detecta demasiado tarde.

Los investigadores del CNIO Héctor Peinado y Susana García Silva han descrito cómo ocurre ese proceso: los llamados exosomas -nanovesículas expulsadas por los propios tumores- viajan y se hospedan en el ganglio centinela -un ganglio linfático donde se produce inicialmente la metástasis-, y desde ahí preparan a distancia el entorno propicio para favorecer la metástasis. Una molécula (llamada NGFR) dirige todo ese proceso, pero el bloqueo de la misma reduce notablemente las metástasis en los modelos animales. 

Héctor Peinado ha detallado a EFE que la molécula con la que han logrado frenar la metástasis en los ratones se está ya probando en modelos pre-clínicos –también con animales. Su objetivo es que se autorice su utilizción en oncologías para que se pueda combinar con otras terapias actuales. 

“Estamos desarrollando su uso en el melanoma valorando su eficiencia y la farmacodinámica en modelos pre-clínicos de ratón”, ha explicado el investigador. 

El investigador ha aseverado que esta molécula será eficaz en la metátesis de otros tumores, ya que hay varios tipos tumorales en los que se sobreexpresan esas moléculas (las NGFR), por lo que la utilización de este inhibidor podría ser también aplicable a ellos.

A diferencia de otros tipos de cánceres de piel, el melanoma es uno de los tumores más agresivos, y puede derivar en metástasis desde los primeros momentos, cuando la lesión es todavía muy pequeña, y al no existir marcadores tempranos ni predicción de la enfermedad son especialmente relevantes -ha destacado el CNIO- los nuevos tratamientos y el diagnóstico temprano y preciso para mejorar el pronóstico de los pacientes.

Los exosomas se descubrieron hace más de 30 años, pero no han sido estudiados en profundidad hasta hace poco años, y el propio Héctor Peinado descubrió en un laboratorio de Estados Unidos en 2012 como las células tumorales los liberan y transfieren información biológica al microambiente que les rodea para educarlo y favorecer así la metástasis, incluso antes de que las propias células tumorales viajen por el organismo.

Como en otros tipos de tumores, las células del melanoma viajan y se expanden por el organismo principalmente a través de la circulación sanguínea y del sistema linfático.

Una vez comprobado en los modelos animales el papel que desempeñaba una molécula (la NGFR) en ese proceso y cómo un inhibidor (THX-B) detiene la metástasis, los investigadores consideran que se abre la vía para un posible nuevo tratamiento para combatirla, un tratamiento -ha destacado el CNIO- que se convertiría en uno de los primeros para hacer frente a la metástasis en sus etapas más iniciales.

Investigadores españoles descubren un mecanismo para frenar la metástasis del melanoma