viernes. 03.05.2024

Así, desde el ICOPCV se ha explicado que lo separadores de dedos son dispositivos que se utilizan para mejorar la alineación de los dedos en toda su estructura, huesos y partes blandas. En ocasiones, esta alineación se pierde por presencia de patologías en los miembros inferiores y ello, además de generar dolor, menoscaba la función de la estructura digital.

"Los separadores, solo mientras están puestos y caminamos, mejoran y optimizan la función de los dedos desviados. En este sentido, mejoran la orientación articular y la funcionalidad de las partes blandas. Por eso, su uso en reposo no genera ningún beneficio", ha explicado De la Hoz, podóloga y vicepresidenta del ICOPCV.

"Los separadores únicamente tienen una acción correctora durante el crecimiento porque va tutorizando la posición del dedo mientras este se desarrolla. Por tanto, solo previenen y ayudan a corregir, muchas veces acompañados de otros tratamientos, en niños que no han finalizado su desarrollo", ha continuado.

Junto a esto, los podólogos han informado de que, en algunas personas con patologías instauradas, estos se usan mientras caminan y tienen una acción protectora de las estructuras digitales ya desviadas, y ayudan a que no se lesionen más a causa de esta desviación.

Los podólogos han señalado que los dispositivos de venta en almacenes que tienen un formato estándar pueden no ajustar en talla, en alineación o en función y, en ese caso, puede generar presiones, roces, estrangulamientos y abrasiones digitales.

"A nadie se le ocurre ir al supermercado a comprarse la primera ortodoncia que tengan a la venta, cada alineación es personal e individual, de la misma manera que lo es en los pies", ha afirmado la vicepresidenta del ICOPCV.

También ha añadido que existen diferentes tipos de separadores en función de la patología concreta que se trate y las condiciones concretas de cada paciente porque hay casos en los que, ante la misma patología, el mismo separador no está igual de indicado para un paciente que para otro. Esto dependerá del diagnóstico realizado por un profesional de la Podología.

Por lo que se refiere a la idoneidad o no de entrenar descalzos, los podólogos han señalado que, en términos generales, una persona sana puede entrenar descalza y obtener ciertos beneficios por ello.

Sin embargo, hay que ser cauteloso en el caso de que exista alguna patología y en este caso es esencial que el profesional aconseje las indicaciones adecuadas específicas a cada paciente.

Podóloga advierte de que los separadores de dedos pueden ser "un estorbo"