viernes. 26.04.2024

Con las comunidades acelerando la vacunación de adolescentes, es probable que en la próxima vuelta a las aulas los únicos que no tengan algún tipo de inmunidad sean los menores de 12 años. Con las medidas de reinicio de clases más relajadas que el curso pasado, existe el temor de que los niños provoquen una sexta de ola de covid como la han provocado los jóvenes este verano.

Los expertos consultados por NIUS asumen que es un riesgo posible, pero son optimistas y consideran que, de haberla, la sexta ola será más leve que la quinta. Varios son los factores de los que depende: no se ha demostrado que los niños contagien igual que los adultos, pero la variante delta es mucho mas transmisible, y, por otro lado, se demostró el curso pasado que los colegios son entornos seguros y no fueron  foco expansor de la covid.

Quique Bassats, pediatra especialista en Medicina Tropical y Epidemiología, y portavoz de la Asociación Española de Pediatría, considera que con este virus siempre existe el riesgo de más oleadas, pero cree que "es un riesgo menor y asumible", porque "hubo mucho miedo con la vuelta al cole de 2020 y no hubo problemas, volvió a darse esa situación después de Navidad por la variante británica que era más infecciosa y no hubo tantos brotes como se temía... En general de todo lo que se ha acusado a los niños no ha pasado", reivindica. 

Y es la misma sensación que tiene ahora, cuando pese a ser los últimos rezagados en la vacunación "volverán a la escuela con las medidas de prevención que tan bien resultaron el año pasado. Pero es que además siempre que los niños han estado fuera del cole ha habido más transmisión entre ellos. Eso demuestra que los niños se infectan y ahora están en más riesgo porque no están vacunados. Pero la rutina del colegio hará que socialicen menos, aunque pueda parecer paradójico, porque cumplen las medidas de prevención".

Sin embargo, el epidemiólogo y ex alto cargo de la Organización Mundial de la Salud, Daniel López-Acuña, opina que el riesgo es alto porque "ya este verano la incidencia entre los menores de 12 años -352 a catorce días- está siendo muy alta y se debería frenar eso. La situación es preocupante, en menores de 12 años hay muchos contagios. Es decir, que se infectan y transmiten el virus y no les tenemos protegidos". 

"Así que sí, hay riesgo de que se concentre en ese rango de edad el mayor número de contagios", opina López-Acuña. El experto propone hacer cribados concretos a partir de septiembre entre los menores de 12 años, "para evitar tener asintomáticos dispersando el virus".  "Pueden convertirse en una sexta ola si no se toman las medidas adecuadas", alerta. Y la vacunación no es una de ellas. 

De hecho, los últimos modelos matemáticos, explica Bassats, afirman que vacunar a los niños no será necesario para lograr la inmunidad grupal: "Si los adultos tienen una inmunización de más del 70% y los adolescentes llegan a una cobertura alta, se podría controlar la epidemia sin necesidad de pinchar a los menores de 12".

Para Bassats más que sexta ola los niños podrían provocar repuntes puntuales:  "Habrá brotes, y episodios concretos. Que no es lo mismo que una oleada. Puede haber 25 casos en una escuela porque has tenido un asintomático que ha ido diseminando el virus, pero los niños en general viven en entornos más controlados que los adultos. Una oleada es un aumento de la incidencia generalizado". "No es lo mismo un niño pequeño que se queda en casa si se encuentra mal, que un botellón masivo en la playa donde va a haber transmisión sí o sí porque no hay ningún tipo de control", añade. 

Para ambos expertos, la tasa de incidencia de los niños, que supera a la media nacional y en algunas comunidades es de en torno a 600 casos positivos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, debe reducirse.

Temor por una posible sexta ola con la vuelta al cole