Los expertos llevan años aconsejando que beber entre uno y dos litros de aguas al día es beneficioso para nuestra salud. A pesar de que muchos sigan sin creerlo, lo cierto es que beber agua durante las comidas, cenas y otras horas, además de volverte más sano, permite que te deshagas de esos kilos que te sobran.
La primera y fundamental razón por la que te ayuda a perder peso es que, si bebes agua evitas consumir refrescos azucarados e incluso alcohol, algo que nunca viene mal de cara al verano y a la operación bikini. No obstante, beber agua aún conlleva más ventajas.
Llena el estómago
Elevar la ingesta de agua antes de cada comida permite que tu estómago esté más lleno cuando te enfrentas al plato. Este truco, te llena y te quita parte del apetito. Asimismo, algunos estudios indican que el agua acelera el metabolismo, lo cual supone que tu cuerpo queme más calorías. También, beber agua evita la retención de líquidos, una de las causas de que provoca que nos veamos hinchados ante el espejo.
La hidratación
Estar hidratado es algo fundamental, en especial, ahora que llega el calor. La deshidratación es muy peligrosa y por ello, es importante beber agua, aunque no tengas sed. La hidratación, aumenta tu energía y te ayuda a rendir más en el ejercicio, por tanto, quemas más calorías.
Cuando termines de hacer ejercicio, debes renunciar a las bebidas energéticas, ya que estas contienen una gran cantidad de azúcar, en su lugar, toma agua y eso supondrá renunciar al mes a miles de calorías.
Por último, numerosos estudios científicos de universidades y centros especializados en nutrición han demostrado que beber agua mejora nuestro tránsito intestinal. Por tanto, te ayudará a ir más al baño.
