90 establecimientos que trabajan en el programa de Termalismo, están a la espera de que el Ministerio de Derechos y Agenda de 2030 se pronuncie sobre si tocar o no las condiciones y precios para el próximo año. Más de 10.000 empleados que trabajan en el sector de los balnearios y que son la principal fuente de empleo de zonas rurales en la España despoblada en muchos casos, están en vilo ante la ejecución de la prórroga de los pliegos actuales para la próxima temporada del Imserso y si esto sigue adelante, tendrán que trabajar en pérdidas durante un año más.
Si siguen con las mismas condiciones de 2021, muchos empleados se verán en la calle e incluso balnearios tendrán que echar el cierre. Ahora en 2022 ya se encontraron con que eran incapaces de cubrir los costes y que tenían que hacer frente a la subida de precios de cosas como la electricidad, carburantes, alimentos.
Balnearios de España calcula que el incremento de alimentos y bebidas ya alcanza el 11% en comparación con el año pasado. La carne, por ejemplo, ha subido más de un 7 por ciento. El pescado, un 5 por ciento y lo mismo con la pasta, el arroz, etc. Si hablamos de la energía, los costes se han disparado más de un 40 por ciento de medio. La situación, dicen, es insostenible. Por eso, calculan que los contratos deben incrementarse algo más de un 7 por ciento.
