Rusia habilitará a minoristas a comprar criptomonedas
Rusia avanza hacia un marco más claro para las criptomonedas. La propuesta busca ordenar quién puede operar, bajo qué reglas y con qué límites, en un mercado que sigue creciendo y generando dudas.
El mensaje de fondo es nítido: habrá más acceso, pero también más controles. Antes de invertir, conviene entender qué se permitirá y qué seguirá prohibido dentro del país.
El Banco de Rusia ha puesto sobre la mesa un concepto que, si prospera, marcará el camino legal de aquí a 2026. Revisar estas condiciones y sus riesgos puede evitar decisiones impulsivas.
- Plan para 2026 y reconocimiento de activos
- Reglas para minoristas y cualificados
- Infraestructura para operar y requisitos
- Compras en el exterior y notificación fiscal
- Advertencia sobre riesgos y volatilidad
- Antecedente: régimen experimental de tres años
Plan para 2026 y reconocimiento de activos
El Banco de Rusia ha presentado este martes un concepto para desarrollar un marco legislativo con horizonte el 1 de julio de 2026. El objetivo es regular las criptomonedas en el mercado ruso y permitir su operativa tanto a inversores minoristas como a inversores cualificados, con normas distintas para cada grupo.
Según el planteamiento de la entidad dirigida por Elvira Nabiullina, ya remitido al Gobierno ruso para su revisión, las monedas digitales y las monedas estables pasarían a reconocerse como activos monetarios. Podrán comprarse y venderse, pero no podrán usarse para pagos nacionales.
Reglas para minoristas y cualificados
En el caso de los inversores no cualificados, la compra se limitaría a las criptomonedas más líquidas, conforme a criterios que se fijarán en la legislación. Además, solo se permitirá tras superar una prueba y con un tope anual de 300.000 rublos (3.210 euros), utilizando un único intermediario.
Para los inversores cualificados, la propuesta amplía el acceso: podrán comprar cualquier criptomoneda, salvo las anónimas, cuyos contratos inteligentes ocultan información sobre transferencias de tokens a los destinatarios. No habría restricciones sobre el volumen de las transacciones, pero también se exigirá superar una prueba para asegurar la comprensión de los riesgos.
Infraestructura para operar y requisitos
Las operaciones con criptomonedas se canalizarían a través de la infraestructura ya existente. Bolsas, 'brokers' y fideicomisarios podrían actuar con sus licencias vigentes.
Al mismo tiempo, se prevé fijar requisitos específicos para los depositarios y para las casas de cambio especializadas que trabajan con criptomonedas.
Compras en el exterior y notificación fiscal
El esquema también contempla que los residentes puedan comprar criptomonedas en el extranjero, siempre que el pago se haga desde cuentas extranjeras. Además, se permitiría transferir al exterior criptomonedas adquiridas previamente mediante intermediarios rusos.
Eso sí, estas transacciones deberán notificarse a la agencia tributaria, según el planteamiento del regulador.
Advertencia sobre riesgos y volatilidad
El Banco de Rusia insiste en que las criptomonedas siguen siendo un instrumento de alto riesgo. Recuerda que no están emitidas ni garantizadas por ninguna jurisdicción y que están expuestas a mayor volatilidad y al riesgo de sanciones.
La entidad subraya que, al invertir en criptoactivos, se asume el riesgo de perder los fondos. En un entorno así, resulta clave actuar con prudencia y entender bien las condiciones antes de operar.
Antecedente: régimen experimental de tres años
El pasado mes de marzo, el Banco de Rusia ya había planteado una proposición para que un círculo limitado de inversores rusos, descritos como "particularmente cualificados", pudiera comprar y vender criptomonedas bajo un régimen jurídico experimental especial.
Ese esquema se planteó con una duración de tres años, como paso previo dentro de un enfoque más controlado.