Estamos rodeados de cosas estresantes que nos producen ansiedad y o bien la padecemos en nuestras propias carnes o bien lo padece nuestro entorno. A día de hoy se oye con más frecuencia esta enfermedad y es que azota a muchísima población. También seguro que habrás escuchado alguna vez eso de "es que cuando tengo ansiedad como mucho para calmarla", pues esto tiene un porqué, además de que la ansiedad produce que se adelgace o que se engorde.
La ciencia ha demostrado que sí, la ansiedad engorda, pero no por ella misma, sino por lo que produce en el organismo. Pues bien, la razón es que estamos ante un trastorno que provoca la generación de altos niveles de cortisol, la hormona que será causante del aumento de peso. Desde las glándulas suprarrenales se genera el cortisol, que se unirá a la adrenalina para proporcionar al organismo la energía necesaria. Por esa razón, al cortisol se le conoce como la “hormona del estrés”. Cuando todo este proceso de estrés y crisis acaba, es hora de recuperar toda la energía gastada y ahí está el error. Y es que cuando queremos recuperar lo que hemos perdido recurrimos al azúcar o a alimentos poco saludables. Por ello que la ansiedad engorde es un problema de alimentación y de vida saludable. A esto habría que añadirle el sedentarismo o el dormir poco o mal.
Para evitar tirar de alimentos que no nos favorecen, habría que saber cuáles son los que sí y son los siguientes:
- Alimentos ricos en magnesio
- Frutas y verduras
- Proteína magra
- Alimentos ricos en ácidos grasos omega-3.
- Evitar alimentos procesados y azúcares refinados
La ansiedad es un trastorno que no se cura de la noche a la mañana pero sí podemos evitarla o rebajar la intensidad de esta además de llevar una vida saludable.
