jueves. 25.04.2024

El parche funciona como una terapia de exposición, entrenando poco a poco al organismo de los pequeños a tolerar las proteínas de los cacahuetes que pueden provocar una respuesta inmunitaria en casos normales.

Durante 12 meses, más de 300 niños participaron en el estudio. Al final de ese periodo, el 67% de los niños no experimentaron reacciones adversas a los cacahuetes, el doble que el grupo placebo.

El ensayo se considera el "patrón oro", es decir, fue doble ciego y controlado con placebo, lo que significa que ni los niños ni los científicos sabían quién recibió el parche cutáneo y quién el placebo.

El grupo que recibió el parche real experimentó más síntomas de alergia al cacahuete durante los 12 meses de tratamiento -típico de la terapia de exposición-, pero los efectos secundarios del medicamento en sí fueron inferiores a la mitad del uno por ciento.

"Nos entusiasmó contribuir a este estudio histórico tan prometedor para nuestros pacientes jóvenes con alergia al cacahuete", dijo la coautora Melanie Makhija, doctora en Medicina e investigadora principal del estudio en el Hospital Infantil Lurie.

"Los niños que originalmente reaccionaron a una pequeña fracción de cacahuete fueron capaces de tolerar el equivalente de uno a cuatro cacahuetes tras completar el tratamiento. Esto significa que estos niños estarán bien protegidos frente a la exposición accidental a los cacahuetes. Y lo que es más importante, comprobamos que el parche de cacahuete era seguro, con muy pocas probabilidades de que se produjera una reacción alérgica grave."

"Es una noticia estupenda para las familias de niños alérgicos a los cacahuetes", concluyó.

A diferencia de las alergias al marisco o a la fruta de hueso, las alergias al cacahuete pueden ser especialmente peligrosas porque muchos establecimientos que envasan especias, cereales, frutos secos y otros alimentos secos lo hacen en las mismas instalaciones que los cacahuetes.

El ensayo, cuyos resultados se publicaron en el New England Journal of Medicine, es el primero que demuestra la seguridad y eficacia de un tratamiento para niños menores de 4 años.

Crean un parche cutáneo que hace que los niños no tengan alergia al cacahuete