Cerca de 300 socialistas se suman en Málaga al manifiesto del PSOE contra el acoso
El reciente manifiesto lanzado por la Secretaría de Igualdad del PSOE de Málaga ha superado ya las 300 firmas de respaldo en apenas unos días, movilizando a referentes históricos, cargos públicos y militantes de toda la provincia en una declaración de principios feminista y contundente. Como si se tratara de una ola rosa que recorre Málaga, el pronunciamiento se ha convertido en uno de los temas estrella en las últimas jornadas políticas tras la denuncia de una militante socialista de Torremolinos contra el secretario general local, Antonio Navarro, por presunto acoso sexual.
El documento, promovido el jueves pasado bajo el lema "ni una mujer sola, ni una agresión sin respuesta", no se anda con rodeos y condena "de manera clara y contundente" cualquier acción de acoso, violencia o conducta machista, independientemente de quién la cometa o dónde ocurra. Con palabras directas, el texto ha buscado ser altavoz y refugio para las mujeres que deciden alzar la voz.
Apoyos clave y repercusión
La lista de apoyos podría casi recibir una ovación. Entre las firmantes figuran mujeres que han sido piedras angulares del socialismo malagueño: Marisa Bustinduy, Chiqui Gutiérrez del Álamo, Emelina Fernández, Amparo Bilbao, Rosa Torres, Remedios Martel, Paloma Alonso y Pilar Oriente. También se han sumado nombres de peso en la política local y nacional, como las alcaldesas Antonia García, Mariló Narváez y Sagrario Fernández; las diputadas nacionales Mari Nieves Ramírez e Isabel Pérez; o las parlamentarias andaluzas Alicia Murillo e Isabel Aguilera. El respaldo atraviesa escalafones, llegando incluso a diputadas provinciales como Desiré Cortés y Patricia Alba.
Pero la fuerza del manifiesto no se limita a los rostros más visibles. Concejalas en el Ayuntamiento de Málaga como Rosa del Mar Rodríguez y Carmen Martín también han dado su respaldo, junto a exsenadoras e históricas como Estefanía Martín Palop y Beatriz Rubiño, y responsables socialistas como la exviceconsejera Montse Reyes o la exdiputada nacional Begoña Tundidor. Además, la declaración ha recibido el apoyo de referentes del feminismo local como Meli Galarza y Andrea Barbotta, así como de integrantes de la ejecutiva provincial, caso de Ana Villarejo, Emma Molina y Soraya García. El círculo de apoyo es tan amplio que incluye mujeres socialistas de todas las comarcas.
Según recalca el texto, todas ellas muestran un "apoyo total, sincero y 'sororo' a la compañera que ha tenido la valentía de denunciar los hechos acontecidos", dejando claro el carácter colectivo de la iniciativa. Además, el comunicado se dirige a quienes, dentro o fuera del partido, puedan encontrarse en una situación similar, ofreciendo respaldo emocional, personal y político. "Sabemos que alzar la voz implica un enorme coste emocional, personal y político. Por eso afirmamos con fuerza: no estás sola. Nunca lo estarás. Tampoco lo estará ninguna mujer que decida alzar la voz ante una injusticia", se puede leer con rotundidad en el escrito.
Mensaje feminista y movimiento colectivo
El manifiesto hace bandera de un feminismo de acción, no de palabra, y renueva públicamente el compromiso de sus firmantes "con la construcción de espacios libres de violencia y con la defensa inquebrantable de los derechos de todas". Al reclamar que los protocolos internos del partido se apliquen con "rigor, rapidez, independencia y sensibilidad", el comunicado reclama una respuesta inflexible ante cualquier conducta que se aleje de los valores socialistas.
El posicionamiento no olvida la repercusión institucional del caso, mostrando el respaldo a la decisión de la Dirección Federal del PSOE de suspender cautelarmente de militancia al denunciado y de la petición para que ponga sus cargos institucionales a disposición. El mensaje es claro: el partido debe ser ejemplo de igualdad, justicia y respeto, y brindar escucha, acompañamiento y protección a quienes denuncian. "Que no normalice ninguna forma de violencia. Que honre su historia feminista no solo con palabras, sino con hechos", recoge el texto.
La consigna final del manifiesto actúa como grito compartido, casi de pancarta: "Hoy más que nunca decimos juntas: Ni una mujer sola. Ni una agresión sin respuesta. Ni un paso atrás en la lucha feminista". Porque en Málaga el movimiento es coral y la sororidad, según lo demuestra este manifiesto, va mucho más allá de la teoría.