sábado. 20.04.2024

''Estamos acostumbrados a reprochar las conductas negativas de los demás, pero parece que nos cuesta agradecer las cosas buenas''. Con esta reflexión es con la que Quico Fariña se ha puesto manos a la obra a través de las redes sociales para buscar las dos mujeres que le ayudaron cuando sufrió un ataque de epilepsia en plena calle en el centro de Pontevedra.

Hace poco tiempo que le diagnosticaron la enfermedad. ''El ataque me dio a pocos metros del hospital a donde iba a hacerme una resonancia como parte del diagnóstico''. Quico es de Campo Lameiro, una pequeña localidad próxima a Pontevedra, y tiene desde pequeño una discapacidad que le mantiene en una silla de ruedas. El mayor problema con el que se encuentra ante estas crisis es golpearse con la silla o caerse de ella. ''Cuando me dio me fui hacia un lado y fue la chica más joven la que me sujetó para que no me cayera''.

 

Ocurrió el 7 de diciembre. ''Tardé un poco en publicarlo porque con la medicación de los primeros días estaba un poco desorientado, después dudé de si era buena idea, pero finalmente me decidí''.

Él acudía a su cita médica acompañado de una amiga que, cuando comenzó el ataque, entró rápidamente a pedir ayuda en el hospital. Por ello la intervención de estas dos mujeres fue fundamental. ''Yo entiendo que serían madre e hija o tía y sobrina o algo similar. La más joven tendría unos 15 años y me agarró sin dudarlo durante todo el rato que mi acompañante estaba dentro''. Le llamó tanto la atención este comportamiento que cree que es importante ponerlo en valor. ''Más aún en el contexto que vivimos, que es difícil acercarse a alguien desconocido de esa manera y exponerte a contagiarte o lo que sea. Ella no lo dudó''.

En busca de las dos mujeres

Así es que este pontevedrés quiere localizarlas para poder agradecerles su ayuda. Por ahora su publicación en Facebook ha sido compartida 1600 veces y no dejan de llegarle solicitudes nuevas de amistad. Por ahora no tiene pistas sobre de quién se trata, pero no pierde la esperanza. ''Por desgracia no tengo dinero para invitarlas a un crucero, pero por lo menos agradecer su actuación''.

Más aún, asegura, al tratarse de alguien tan joven. ''Me parece una buena manera de romper una lanza por los adolescentes, a los que muchas veces les echamos la culpa de todo y no siempre es así. Hay mucha gente sensible, con valores, y con capacidad de ponerse en el lugar de los demás''. Estas dos mujeres lo han demostrado, y él solo espera poder decirles lo importante que es que todos tengamos esta empatía en nuestro día a día.

Buscan a las 2 mujeres que ayudaron a un hombre durante un ataque de epilepsia