jueves. 09.05.2024

Alrededor de la mitad de los niños y niñas de Europa y Asia Central (92 millones) están expuestos a olas de calor con gran frecuencia, según un análisis de los últimos datos disponibles de 50 países publicado hoy por UNICEF en un nuevo documento de orientación política. Esta cifra duplica la media mundial (1 de cada 4 niños).

Vencer el calor: proteger a los niños y niñas de las olas de calor en Europa y Asia Central señala que los niños son especialmente vulnerables a los efectos de las olas de calor, exponiéndolos a un riesgo de enfermedad grave, incluida la insolación.

Los lactantes y los niños y niñas más pequeños son los más expuestos a las olas de calor, ya que su temperatura corporal sube mucho más y más rápido que la de los adultos. Las olas de calor también afectan a la capacidad de concentración y aprendizaje de los niños, poniendo en peligro su educación, señala el informe.

Aunque los niños y niñas son especialmente vulnerables a los efectos de las olas de calor, la mayoría de los adultos experimentan el calor de forma diferente, lo que dificulta que los padres y cuidadores identifiquen situaciones peligrosas o síntomas de enfermedades relacionadas con el calor en los niños, poniendo en mayor riesgo su salud.

"Los países de Europa y Asia Central están sintiendo el calor de la crisis climática, y la salud y el bienestar de los niños son lo que más está sufriendo", ha declarado Regina De Dominicis, directora regional de UNICEF para Europa y Asia Central.

"En la actualidad, la mitad de los niños de la región están expuestos con elevada frecuencia a olas de calor. Se espera que esta cifra aumente a todos los niños y niñas en 2050. La multitud de implicaciones negativas sobre la salud actual y futura de una proporción tan significativa de los niños de la región debe ser un catalizador para que los gobiernos inviertan urgentemente en medidas de mitigación y adaptación", ha afirmado De Dominicis.

En los últimos años, las olas de calor en Europa y Asia Central se han hecho más frecuentes, sin signos de remitir. En toda la región, la frecuencia de las olas de calor aumentará aún más en los próximos años. En el escenario más conservador de aumento de la temperatura global de 1,7 grados centígrados, todos los niños de Europa y Asia Central estarán expuestos a una alta frecuencia de olas de calor en 2050, se estima que el 81% estarán expuestos a una alta duración y el 28% a una severidad elevada de las mismas.

Para ayudar a proteger a los niños y niñas, UNICEF insta a los gobiernos de Europa y Asia Central a:

  • Incorporar la mitigación y adaptación a las olas de calor en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), los Planes Nacionales de Adaptación (NAP) y las políticas de Reducción del Riesgo de Desastres y Gestión del Riesgo de Desastres, manteniendo a la infancia en el centro de todos los planes. 
  • Invertir en atención primaria para apoyar la prevención, la actuación precoz, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades relacionadas con el calor entre los niños, incluida la formación de trabajadores sanitarios y profesores de la comunidad.
  • Invertir en sistemas nacionales de alerta temprana sobre el clima, llevar a cabo evaluaciones medioambientales locales y apoyar iniciativas de preparación ante emergencias y desarrollo de la resiliencia.
  • Adaptar los servicios de agua, saneamiento e higiene, salud, educación, nutrición, protección social y protección de la infancia para hacer frente a los efectos de las olas de calor.
  • Garantizar una financiación adecuada para costear intervenciones que protejan a los niños y a sus familias de las olas de calor.
  • Equipar a niños y jóvenes con educación sobre el cambio climático y formación en competencias ecológicas.

La ciencia demuestra que el aumento de las temperaturas es consecuencia del cambio climático. UNICEF insta a los gobiernos de toda Europa y Asia Central a reducir las emisiones de CO2 para limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados y duplicar la financiación destinada a la adaptación para 2025.

UNICEF alerta de que 92 millones de niños son expuestos a las olas de calor