sábado. 27.04.2024

El embalse situado en la cima de una colina en Oldham, en el condado de Manchester, estaba rodeado de turberas desnudas, sobre las cuales el agua de lluvia caía rápidamente y adquiría un color marrón limoso. Esta agua luego se trasladó a los arroyos y barrancos circundantes y degradó aún más las cualidades fluviales.

Además, la falta de vegetación en el suelo significaba que el riesgo de inundaciones en las comunidades circundantes era alto, ya que nada impedía que el agua cayera al embalse o por las laderas hacia las carreteras.

Para remediar esto, los voluntarios de la Sociedad Real para la Protección de las Aves, junto con United Utilities, propietaria del terreno, han trabajado con lluvia, viento y sol (pero sobre todo lluvia y viento) durante 10 años plantando musgo sphagnum por toda la zona, lo que ha estado experimentando una desvegetación desde el Neolítico.

Un miércoles lluvioso y ventoso, los voluntarios celebraron plantando su esqueje número un millón.

"Queremos un paisaje que capture carbono y desacelere las inundaciones, y que sustente una gran cantidad de biodiversidad, y que sea un lugar que brinde a las personas beneficios realmente agradables para la salud y el bienestar", dijo la directora del sitio, Kate Hanley, al Oldham Times.

Hanley explicó que en total, los voluntarios han donado más de 45.000 horas de su tiempo para realizar la replantación, lo que equivale a 20.000 horas de trabajo.

"Hemos recorrido un largo camino en ese viaje desde la turba desnuda y degradada hace 10 años, hasta la turbera funcional, empapada y rica en esfagno".

Se han instalado presas de turba y roca para atrapar agua y proporcionar hábitat a aves, anfibios e insectos.

"Necesitábamos que volviera a tener el mismo aspecto que antes, con una vegetación que fuera buena para la vida silvestre, buena para las aves, buena para las liebres de montaña y todo lo demás", dijo Denzil Broadhurst, de 71 años, quien Ha sido voluntario durante años, dijo al Times. "Era importante intentar ayudar a hacer ese trabajo, a mejorar las cosas".

Voluntarios plantan un millón de esquejes de musgo para restaurar pantanos